El día que los fanáticos de los Oakland Athletics temían desde hace meses finalmente llegó. Después de pasar todo el verano con la esperanza de un milagro que mantuviera al equipo en su hogar de más de cinco décadas, los seguidores ahora se enfrentan a la cruda realidad: el equipo se mudará a Sacramento la próxima temporada, dejando atrás el emblemático Oakland Coliseum. Este jueves por la mañana, los aficionados tendrán una última oportunidad de despedirse en un juego que marcará el cierre de 57 años de historia en el estadio.
El Descontento de los Aficionados
Desde abril, los fanáticos han alzado sus voces en protesta, con cánticos de «¡Vendan el equipo!» que han resonado con mayor intensidad con cada juego. Han organizado boicots y manifestaciones, e incluso han colgado pancartas con mensajes como «Generational Robbery» y «Goodbye MLB», pero todas sus acciones han sido en vano. John Fisher, el propietario de los Athletics, ha ignorado los reclamos y sigue adelante con los planes de traslado.
El descontento de los seguidores no es irracional. El equipo, que ha tenido uno de los presupuestos más bajos en la MLB, ha estado marcado por una falta de inversión en talento, lo que ha llevado a un rendimiento mediocre en los últimos años. A pesar de haber alcanzado los playoffs tres veces entre 2018 y 2020, los A’s no han sido capaces de generar el tipo de asistencia que se esperaría de un equipo competitivo. Con una asistencia promedio de menos de 11,000 fanáticos por juego en 2023 y siendo el equipo con la peor asistencia en la liga, el vínculo entre la ciudad y la franquicia parece haber llegado a su fin.
Una Despedida Emocional
El último juego en el Oakland Coliseum no solo será un evento deportivo, sino también un evento cargado de emociones para todos aquellos que han sido parte de la historia del equipo. Leyendas como Dave Stewart y Rickey Henderson estarán presentes para marcar el cierre de este capítulo, con Stewart lanzando el primer pitcheo ceremonial. Para muchos, como Steve Vucinich, quien trabajó para el equipo durante 54 años como gerente de equipo, esta despedida será particularmente difícil. «Ver que ya no se jugará béisbol aquí es algo duro de aceptar», comentó Vucinich.
El Coliseo ha sido el hogar de recuerdos inolvidables para los fanáticos y jugadores por igual. En la década de los 70, los Athletics, liderados por jugadores como Reggie Jackson y Catfish Hunter, dominaron la MLB, ganando tres campeonatos de la Serie Mundial consecutivos. Jackson, quien intentó comprar el equipo hace 20 años, expresó su tristeza por la partida del equipo, señalando que Oakland siempre será un lugar especial para él y la comunidad que lo apoyó.
Las Razones de la Mudanza
La decisión de mover a los Athletics a Sacramento y posteriormente a Las Vegas ha generado opiniones divididas. Según Lew Wolff, exsocio administrativo del equipo, una de las principales razones por las que la franquicia se va es la negativa de los San Francisco Giants a compartir los derechos territoriales en San José, un sitio que los Athletics consideraban ideal para su nuevo estadio. Wolff culpó directamente a los Giants por esta situación, argumentando que la negativa impidió que Oakland tomara en serio la posibilidad de mantener al equipo.
Otro factor que ha contribuido a la mudanza es la falta de apoyo político y financiero por parte de la ciudad de Oakland. El Coliseo, una vez una joya arquitectónica, se ha deteriorado con el tiempo, y la construcción de Mount Davis para acomodar el regreso de los Oakland Raiders solo empeoró la situación. Como mencionó Mark McGwire, el estadio pasó de ser «absolutamente hermoso» a una estructura desfigurada por una expansión innecesaria para un equipo que solo jugaba ocho partidos al año.
El Legado de los Athletics en Oakland
El impacto económico y social que los Oakland Athletics han tenido en la ciudad de Oakland es innegable. Desde la construcción del Coliseo, la zona experimentó un auge económico con la apertura de negocios, hoteles y restaurantes. Sin embargo, con la salida de los Raiders, los Golden State Warriors y ahora los Athletics, el futuro de la zona parece sombrío. El declive económico y el aumento de la criminalidad en la región no han hecho más que empeorar la situación.
Aunque el equipo se muda, el legado de los Athletics en Oakland seguirá vivo en la memoria de sus seguidores. Para muchos, el equipo siempre será sinónimo de perseverancia, innovación y una pasión por el béisbol que trasciende los límites geográficos.
El traslado de los Oakland Athletics a Sacramento marca el final de una era en el béisbol de la MLB. Los fanáticos, a pesar de sus protestas, no han podido evitar lo inevitable. Mientras la franquicia busca un nuevo comienzo en Las Vegas, el Coliseo quedará en la historia como un testigo silencioso de décadas de béisbol legendario. Ahora, la pregunta es: ¿podrá la ciudad de Oakland recuperarse de la pérdida de su último equipo deportivo?
