Connect with us

Columnas

Nico Flores: la voz que narró el béisbol desde la calle hasta la Serie del Caribe

De las canicas al micrófono

En Cuauhtémoc, Chihuahua, un niño moldeaba monitos de plastilina para simular mundiales. No imaginaba que, décadas más tarde, narraría Series del Caribe, cubriría ligas profesionales y se convertiría en una de las voces más reconocidas del béisbol en el norte del país. Ese niño era Nicolás Flores.

Su pasión nació entre el fútbol callejero, el ajedrez en la banqueta y los almanaques deportivos. Narraba partidos inventados, creaba torneos con canicas y aprendía el juego observando. Así fue como desarrolló una sensibilidad particular: una combinación entre calle, disciplina y memoria.

Una trayectoria hecha a golpes de esfuerzo

Nico no tuvo un camino fácil. Tocó puertas que no se abrieron, pidió oportunidad cuando pocos lo escuchaban, y fue criticado más de una vez por no formar parte del “club” de cronistas tradicionales. Sin embargo, construyó su lugar con base en trabajo: reportero, conductor, productor, formador y narrador.

Desde sus años en Cancha Caliente de TV Azteca hasta sus coberturas en 18 ediciones de la Serie del Caribe, su estilo se mantuvo fiel: hablar con pasión, sin adornos innecesarios, sin enciclopedismo de pose. “Narrar no es presumir que conviviste con el bateador, es transmitir el juego”, repite.

Defensor del proyecto Dorados en LMB

Durante su participación en el programa “Liga Caguamera”, Nico defendió con fuerza el proyecto de Dorados en la Liga Mexicana de Beisbol. Para él, esta etapa representa el mayor esfuerzo deportivo institucional en la historia moderna de Chihuahua. “Roma no se hizo en dos años”, sentenció, pidiendo paciencia y visión a largo plazo.

A pesar de que ya no forma parte del staff de transmisión, dejó claro que no se fue por pleito, sino por inconformidades técnicas y de salud. Valoró el trabajo de quienes continúan y pidió no dejar morir el proyecto.

El problema de fondo: los padres de familia

Uno de los momentos más virales del programa fue cuando Nico explicó, sin rodeos, por qué Chihuahua produce menos peloteros profesionales. Para él, el problema son los padres: “Aquí no dejan que el muchacho se vaya a probar suerte. Lo atan a la escuela, a la novia, al carro. Allá en Sinaloa lo sueltan y confían”.

Fue una crítica tan dura como real, que expone una barrera sociocultural difícil de remover. Nico fue claro: mientras los papás sigan sobreprotegiendo, el talento no florecerá.

Un formador de voces (aunque pocos lo reconozcan)

Flores ha sido semillero de talento. De su mano iniciaron muchos de los cronistas actuales, tanto en radio como televisión y transmisiones por streaming. Aun así, reconoce que el gremio es celoso y poco agradecido. “Me han pasado por encima muchos de los que yo formé. Pero no pasa nada. Yo sé quién soy y lo que dejé”, dijo sin rencor.

Nico Flores representa un estilo de periodismo deportivo en extinción: el que se hace desde la calle, con hambre, sin pretensión. Su voz —ronca, directa, sin adornos— lleva el sello de quien conoce el juego, pero también el oficio. Y en un ecosistema lleno de apariencias, eso ya es decir mucho

Click to comment

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Advertisement

Artículos recientes

Advertisement

More in Columnas